sábado, 16 de agosto de 2008

Fui a la pelota juez!!

Desde que nací siempre tuve un complejo muy particular con las coordinación de mis piernas, ya sea perder el compás mientras camino o perder el transportador mientras corro entre otras tantas cosas, pero en una actividad deportiva esa falta de control sobre los don miembro, perdón, dos miembros inferiores se acentúa de una forma muy grotesca. Estoy hablando del Fútbol.
El fútbol es un deporte que siempre me gusto de chiquito y creía que a medida que las personas crecían jugaban mejor, pero después de unos años me entere que no eras así, el don lo tenés cuando naces y punto. La diferencia de habilidad futbolística con mis compañeros de la primaria era muy notoria, mientras todos hacían rabonas, bicicletas, canguros y hasta el mismo escorpión, yo gracias que podía tirar un centro. Te voy a poner un ejemplo mas claro, a la hora de elegir a los integrantes de los dos equipos yo era siempre el ultimo en ser elegido. (Típico argumento usado en película yanki en el cual el péndelo además de ser banda perdedor jugando al béisbol, media familia se fue a la guerra de vidnam y después de unos años todo su grupos de amigos se mudan a los diferentes condados es ese loco país)
Igual yo no perdía la fe, creía que si me anotaba en una escuelita de fútbol iba a poder subir mi nivel y dejar de ser un Charmander para pasar a ser un Chermilion. Eso nunca paso, casi siempre volvía a casa llorando y frustrado no solo por mi precaria categoría futbolística, sino porque también me di cuenta que no entendía los códigos de la cancha de papi. Esto me paso en el primer partido de entrenamiento, en la cancha de Doblas F.C.:

Arquero rival: -¿Vos sos pescador no?.-
Yo: -¿Que?, no yo no pesco.-
Arquero rival: -…-(Cara de indignación)

Ese chico nunca más me dirigió la palabra.
O sea cuando pasaron unos años llegue a la conclusión de que la saque un toque barata, porque si me llegaba a tocar uno de esos padres que exigen la calidad futbolística de sus hijos al máximo, creo que no hubiera aguantado la presión.
Pero bueno, ya que tienen un claro panorama de cómo es mi “relación” con este deporte voy a pasar a contarles los siguiente.
Todos los años mi ex-colegio secundario organizaba una serie de torneos de fútbol, que empezaban y terminaban el mismo día. A mitad de año eran torneos de cancha de papi (5 jugadores por equipo) y llegando a fin de año un torneo en cancha de mami, perdón, cancha de 11 (11 jugadores por equipo). A los torneos de cancha de papi nunca llegue a jugar porque solo iban los mejores, pero en el de cancha de 11 tenían que participar todos los integrantes del curso. Nosotros éramos 22, los famosos “22”, todos varones porque era un colegio industrial. Tengo que aclarar que era uno de los cursos con mayor calidad futbolística, si los pibes no ganaron todos los torneos le pego en el palo.



En fin, como ya era el último año que íbamos a jugar el torneo teníamos que ganarlo a toda costa. Ya un mes antes de que empiece el torneo, interrumpíamos las clases para armar el equipo y repasar las diferentes tácticas de ataque y defensa. Obviamente yo NO estaba en el equipo titular pero los pibes me decían que como era el ultimo torneo que jugábamos todos juntos, en algún partido iba a entrar. Cuando me dijeron eso, entre diferentes chistes y risas, me sentía como ese primito hincha pelotas que siempre te pedía de jugar “alojueguito” y para no jodas mas te ponías a jugar vos solo, y a él le dabas el joystick desenchufado. Bueno ese era mi sentimiento.
Llego el día tan esperado por todos y acá quiero hacer un apartado para los 1022…


*Unas de las tantas anécdotas de Mar del Plata fue que nos olvidamos a turbo en un boliche. Bueno revisando en mi archivo personal encontré que el día del torneo nos habíamos juntado todos en la casa del gordo para ir a IMOS. Bueno ese día también nos olvidamos de turbo ya que el había llegado un toque tarde.*

…cuando llegamos al predio repasamos los últimos detalles de la formación para ya arrancar con los partidos.
Empezaron los partidos, la zona que nos había tocado no parecía difícil, pero me dijeron que no entre porque eran partidos en donde la cantidad de goles cumplía un papel muy fundamental. Accedí sin chistar.
Si mal no recuerdo en la zona clasificamos primeros pero solo por la diferencia de goles, los pibes no se habían equivocado, toda una jugada de ajedrez. Después de la clasificación en los grupos, solo restaban tres partidos, los cuartos de final, la semifinal y la final.
En los cuartos de final nunca entre y tampoco me lo propuse ya que el tanteador venia 0-0 y el partido era bastante muy complicado. Pero lo ganamos con la diferencia mínima y pasábamos a la siguiente fase. Ok, todo muy lindo, veníamos ganando, habíamos comido unos patys a la parrilla muy deliciosos, tomamos Gancia y Ferne pero yo seguía sin jugar.
Enseguida cunado empezó la semi ya nos habíamos puestos primeros en el marcador, de hecho, si mal no recuerdo, el primer tiempo había terminado 2-0, así que yo ya estaba consetradicimo para entrar en los segundos 45 min. del partido.

Yo: -Bue ya fue, yo me mando.-
Shimen: -Hace lo que quieras babu.-
Yo: -EEEEHHHH!!!!! VOY A ENTRAR!!! ¿QUIEN SALE? (Gritaba al medio campo)
Alguien: -DECILE A FEDE!!!.-
Yo: -EEEEHHH ROLIII!!!! HAGAMO’ EL CAMBIO!!!! EEEEEEEEEHHHH!!!!!
Fede: -YO YA SALI, QUE SALGA OTRO.-
Yo: -EEEHHHH!!! ¿QUIEN MIERDA SALE?!!!.-
Alguien: -NOSE BABU, YA FUE.-
Yo: -VAYANSE TODOS A LA PUTA QUE LOS PARIO!!.-

En ese momento me di cuenta que el joystick estaba desenchufado y cuando termino el partido mire a todos mis compañeros de equipo con cara de niño decilucionado cuando se entera que Papá Noel y los Reyes Magos son puras fantasías.
Ya habían pasado cinco partidos y nos faltaba el sexto y ultimo. Los chicos se habían juntado a hacer la ultima charla previa a la final, pero yo, en cambio, ya me había parado en el circulo central de la cancha, (como quien pone una carpa en frente del congreso con motivo de protesta), para jugar el partido. Para jugar la final, vieja.
Ya estaban todos los jugadores en sus posiciones y el árbitro nos dice:

Arbitro: -Muchachos tiene 12 jugadores.-
Mariano: -Es verdad, ¿Babu que haces acá?.-
Yo: -Nose, yo juego, que salga otro.-
Silencio
Arbitro: -Se pueden apurar.-
Lucio: -Buen yo salgo.-

Un acto de valentía el de Lucio. Cuestión que ya estaba ahí, en la final. No me sacaba nadie. Pitazo inicial del árbitro y el balón comenzó a rodar. Yo iba y venia como loco, no se si bien o mal, pero le metía garra. Como jugábamos con jueces de línea me tenia que cuidar del orsay, ya que mi posición era como un supuesto nueve de área o seven good open conocido en otros países.



Pero en fin, de un pelotazo de nuestro arquero (Torna), Turbo desborda por la derecha bien pegado sobre la raya, por donde también jugaba nuestro querido Turco García, patea al arco, pero el arquero da rebote y la pelota queda picando justo en frente mió. El tiempo se paralizo. Solo éramos yo, la caprichosa y el arco. Que grandeza la mente del ser humano, como puede especular miles de historias en tan solo 1 seg., la gloria eterna si convertía o el fracaso y el odio de mis compañeros. La voz de la conciencia, dentro mió, solo me decía “metedlo hijo de puta, metedlo”. El tiempo volvió a su curso normal y yo sin dar mas vueltas patie… Fue como llegar al éxtasis al ver a la balón chocar con la red e inmediatamente la cara de indignación de los jugadores rivales. Mi pecho se lleno de aire y de mi boca salio la palabra mas linda de todas:
HIJOS DE PUTA GGOOOOOOOLLLLLLL Y USTEDES QUE NO ME QUERIAN PONER.
Salí corriendo y haciendo el famoso festejo del bombo, ese que hacen los jugadores cuando dejan embarazadas a sus mujeres, novias o compañeras de aventuras, porque le había prometido a Torna que si metía un gol (que nunca pensamos que llegara a pasar) ese iba a ser mi festejo. Como estaba re contento y no la quería cagarla, pedí el cambio y me volví al banco.
El partido termino 3-1, lo cual daba por sentado que éramos justos y merecidos campeones. En la vuelta olímpica me llevaron en hombros y todos cantaban “Dale campeón!! Dale campeón!!”, posta que estaba re contento boludo. Creo que la mitad del equipo pudo llegar a terminar la simbólica vuelta olímpica, porque la otra mitad se tiraban al suelo por los calambres.
Y buen… ese día fue cuando entendí como se jugaba al fútbol y ahora estoy jugando en el Manchester Iunaitid y gano millones de liras esterlinas.



By babu “…Torna! jugá de libero!!..”

1 comentario:

Anónimo dijo...

ayyyyy que lastima que no lo vi....
buahhhhhh estaba jugando con unos viejos de mierda y comi en el imos en un paredon........